CueNToS CoN BeSo PaRa LaS BuENaS NoCHeS


En palabras de la autora  dieciséis cuentos breves, llenos de fantasía, para contar a los pequeños de la casa (entre 3 y 6 años) en la mágica hora de ir a dormir. Y en cada uno de los cuentos... ¡hay besos que encontrar!


"Cuentos con beso para las buenas noches" de Vanesa Pérez Sauguillo con ilustraciones de Almudena Aparicio y editado por Alfaguara.

Este libro divertido, emotivo y nuevo está lleno de cuentos la rebosar  de besos que hay que encontrar. 
Ideal para achucharse antes de irse a la cama y dormir para soñar dulces sueños. Cuentos cuyos protagonistas nos recuerdan a otros de cuentos clásicos pero a los que se les ha dado una vuelta de tuerca para aparecer modernos y con ideas que entendemos desde una perspectiva actual. Aquí encontramos a la oveja que inventó esto de contar ovejas antes de dormir, a la señora Ratoncita Pérez, la verdadera historia de la Luna cuando era pequeñita, un genio de la Lámpara Desordenada... y así hasta coleccionar besos y volver a empezar.
Algunos de ellos están versados y en muchas páginas aparecen  juegos tipográficos, con letras de colores y diferentes tamaños en renglones curvos que tanto gustan a los niños, unos hablan de amor, otros de superar complejos, otros de amistad...

Recomendado para los más pequeñines de la casa aunque, ya sabemos que los libros molones no tienen edad.


Y empieza así:


"Hace muchos, muchos años existió un mago tan poderoso y malvado que eliminó los besos de todos los cuentos.

Así que, desde aquel día y durante muchos siglos, los finales eran horribles: al príncipe rana solo podían convertirlo en joven de nuevo dándole un pellizco. a la Bella Durmiente había que despertarla con un... porrazo de odio verdadero. Para sacar a Blancanieves de su encantamiento, en vez de besarla... ¡había que meterle un dedo en el ojo!
Todo era espantoso. Los personajes de los cuentos lo pasaron muy mal.
Las princesas y los príncipes se llenaron de chichones y de cardenales, y cada vez que interpretaban una historia se ponían siempre de muy mal humor.
¿Queréis saber entonces cómo se rompió la maldición? ¿Si fue gracias a un hada, a un príncipe valiente o a un amuleto mágico? Pues veréis, nada de eso: los auténticos héroes que salvaron los cuentos fueron los propios niños. Los niños que, cada noche, pedían a sus abuelas que "por favor, solo por esta vez", cambiaran un poquito el final, y que en vez de un tortazo la princesa le diera al príncipe... un beso de amor.

Un niño, otro niño, trescientos, mil niños pidiendo besos. Besos grandes y besos pequeños. Besos de buenas noches, besos de amor verdadero, besos de hermanito a hermanita, besos de despedida... Así, día a día, semana a semana, mes a mes, año a año y siglo a siglo, los cuentos volvieron a llenarse de cariño, de caricias... y de besos. Porque los mejores besos está hechos para los cuentos, y los mejores cuentos,  para los niños.


¿Eres capaz de encontrar todos los besos de este libro de cuentos?"


Y para que te hagas a la idea de cómo es un ejemplo.














Comentarios