NueVoS UsuARioS En La BiBLioTeCa

                                                          fotografía de booklandia

Hoy lunes hemos comenzado las actividades en la Biblioteca.
Sí, ya sabemos un poco tarde... pero las cosas de palacio va despacio y no podemos abarcarlo todo. Los chicos y chicas de Primero de Primaria nos han visitado para recibir su "primera lección" de formación de usuario y además entregarles su carnet de biblioteca para coger en préstamo los libros y llevarlos a casa.
¡Qué emoción! Y qué palabra tan rara la de tejuelo, pero se la han aprendido así como cómo diferenciar los libros de cada ciclo, los de poesía, los que están escritos en valenciano... Ha sido un placer.

Estábamos tan embobados que no hay ni una foto que nos ayude a hacernos una idea de la actividad, y ver lo guapos y grandes que están los chicos que hace poco estaban n Educación Infantil. Han recordado todas las actividades que hemos disfrutado con ellos en la Biblioteca y ¡han sido un montón!

Como nos gusta hacer siempre, hemos despedido la sesión con la lectura de un libro  y hoy le ha tocado a

"La mierlita" de Antonio Rubio con ilustraciones de Isidro Ferrer en la editorial Kalandraka.

Nos preocupa la pérdida de los cuentos populares que amparados en esta moda sosona de contar a los niños historias politicamente correctas, nos vamos perdiendo. Así que esta tarde de fiesta por dar la bienvenida al uso de la Biblioteca como usuarios individuales a los compañeros de Primero, les hemos contado este cuento que escuchaba mi gran maestro y espero amigo, Federico Martín, cuando era niño en La Vera de Plasencia. Un cuento que habla de supervivencia.
La madre mierlia entrega uno a uno a sus hijitos a la zorra por miedo a un engaño absurdo del astuto animal y como no debe ser de otra forma el optimismo final no es que la zorra escupe a los mierlitos zampados si no que la mierlita se da cuenta del engaño gracias a amigos y puede guardar con ella al último mierlito.

Creo que negar la muerte y la violencia no es cuidar a nuestros niños. Esa es la labor de los cuentos tradicionales y clásicos tal como eran contados a nuestros abuelos. De eso Antonio Rodríguez sabe un rato. Es negarles la preparación más idónea para la vida real y, por lo tanto, renunciar, por mor del color rosa, a nuestra función de educadores. ¿No es mejor una impresión a tiempo? Habrá que ver cómo se enfrenta y Antonio Rubio e Isidro Ferrer lo hacen de una manera adecuada para que los niños que escuchan el texto y la canción de la mierlita disfruten de un maravilloso cuento.

La carita de pasmo de los niños no ha tenido precio, pero el silencio y la reverencia ante la lectura, tampoco.
Se lo han llevado a clase para volverlo a leer. Y contar para atrás, y recordar nombres de pájaros. Y de árboles. Y volver a enternecerse con la mamá mierlita que va perdiendo uno a uno a sus hijitos.

“Había una vez una mierlita que tenía su nido en un roble. Acababa de tener cinco hijitos y cantaba muy contenta: 

¡Qué contenta estoy;
qué contenta estoy,
a mis cinco merlitos
comida les doy!

Pero cierto día pasó por allí una zorra que le dijo:
- ¿Por qué estás tan contenta, doña mierlita?
- Porque tengo cinco mierlitos que son una preciosidad –contestó la mierlita.
- ¿Y por qué no me enseña usted uno? –dijo la zorra. Yo tengo una pata quebrada (era mentira) y no puedo subir al roble. Ande, por favor, enséñeme uno para que lo vea.
- Bueno, bueno… -dijo la mierlita cogiendo con el pico uno de sus hijos.

Pero a la zorra, nada más ver al mierlito, empezó a hacérsele la boca agua y le entraron unas ganas enormes de comérselo.

Y entonces dijo a la mierlita:
- Pues si no me das ahora mismo un mierlito voy a mi madriguera, cojo el jápele-jópele y te corto el roble. Y si te corto el roble, se rompen las ramas; y si se rompen las ramas, se rompe el nido y te quedas sin mierlitos.

La pobre mierlita pensó que si le cortaba el roble con el jápele-jópele, perdería a todos sus hijos, así que muy triste, echó un mierlito a la zorra, que se lo zampó de un bocado y se marchó tan contenta. (...)

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